Cuando un autobús urbano va vacío, se sube un pasajero (señora de mediana edad en este caso) y se sienta justo a tu lado, es muy fácil deducir que esa persona tiene ganas de hablar. No intentéis despistar mirando por la ventana, no os valdrá de nada. Quiere conversación y va a dialogar contigo sí o sí.
Hoy no estaba muy comunicativa yo, acababa de visitar a mi traumatólogo y no me hizo cosquillas precisamente. Tal vez os cuente algún día lo que se siente al mirar tu brazo, nada más que te quitan una escayola, y ver que de él te salen tres "alcayatas"; pero eso otro día, hoy, vamos a la conversación de la señora en el autobús, que es el tema que nos ocupa.
- ¡Ay, rapaza! ¿Qué te pasó?
- Nada (sonrisa forzada), me caí.
- ¿En la calle? Tropezaste.
- No (sonrisa forzada), en el trabajo.
- ¡Ah, pobre rapaza! ¿Y te dolió?
- Me rompí el brazo (sonrisa forzada)
- ¿Y dónde trabajas?
- Tengo una clínica dental (sonrisa forzada), soy dentista.
- ¡Ah! Mira que bien. A mí me hicieron el año pasado una AUTOPSIA de la boca.
- Pues si a usted le hicieron una autopsia y a mí me salen tres "alcayatas" de la muñeca, a lo mejor nos contratan como actrices secundarias en Walking Dead (sonrisa no tan forzada)
- ¿Cómo dices? No oigo bien.
- No, que para haberse hecho una autopsia, el año pasado, la encuentro fenomenal.
- Sí, al final, gracias a Dios no tenía nada.
Y llegamos a mi parada. Pobre mujer, me alegro de que le saliera todo bien en la biopsia, pero como he comentado, hoy yo no estaba muy comunicativa.
Jajaj..Soy Carmen, queria darte las geacias por la tarde tan estupenda que pasé leyendo tu blog.Continúa escribiendo o mejor animate y plasma tus experiencias en un libro.Yo me declaro fan tuya . ����
ResponderEliminarMe alegra saber que, al menos, esto sirve para arrancar sonrisas. ¡Gracias por leerme!
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