viernes, 20 de enero de 2017

¿Habrá pollo en Kenia?

Hoy, os escribo desde una cafetería, en compañía de mi cuarto café del día. Por ahora, estoy cumpliendo el propósito de Año Nuevo en lo que respecta a mi adicción a este líquido manjar.

Es curioso las sonrisas, carcajadas en mi caso porque soy bastante exagerada en todo lo que hago, que nos perdemos por ir corriendo a todos los lados. Prisa por llegar a trabajar, prisa por llegar a casa para preparar la comida, prisa por volver a la clínica, prisa por llegar a tiempo a mis clases de baile, prisa por regresar a casa para preparar la cena, prisa, prisa, prisa, prisa, prisa y más prisa...

Estos días, como voy por la calle algo ralentizada por miedo a caerme otra vez, estoy aprendiendo a disfrutar de la vida, a contemplar a la gente desconocida con la que me cruzo y a escuchar sus historias simplemente observándolos. Os dejo alguna muestra, si os gusta, comenzad a disfrutar vosotros también. Es lo mejor para sonreir y llegar a casa contentos después de un largo día, os lo digo yo.

- Un señor, en la cola de la panadería, le contaba a Matilde (mi panadera) que estaba muy malo. Que tenía una hernia FISCAL. Pobre, ¡eso debe ser muy doloroso, dolorosísimo! Sobre todo, si es autónomo y sufre una crisis trimestralmente. Si no, tendrá suerte de tener sólo crisis a finales de junio.

- Una chica, jovencita, comentaba por teléfono que su endocrina le había mandado comer gallo, pero que no lo encontraba, a ver si no sería lo mismo comer pollo. ¡Ay, Dios mío! Me pregunto cuántas veces habrá entrado esta muchacha en una pescadería. La persona que estaba al otro lado del teléfono, debía reir tanto como yo porque un minuto más tarde la jovencita dijo: "¡Ah, que el gallo es un pescao! jajaja... eres tonta, no te rías. ¡Yo que sabía! Gallo, pollo, lo mismo es".

- Dos señores en el autobús, hablaban de lo caro que era el dentista, aquí agudicé mi sentido auditivo por deformación profesional, y uno de ellos comentaba que las muelas se las iba a sacar en la Seguridad Social, porque no le cobraban y eran muchas las que tenía mal. Que la médica le había dicho que tenía PEDORREA A LA DENTADURA. Y es que su padre ya la había tenido también.

- Ahora mismo, a tiempo real, en esta cafetería, una señora le acaba de contar a su amiga que vaya nevada está cayendo en KENIA. Que pobre gente, pues no están acostumbrados a esas temperaturas tan bajas. Que ella y su marido, el verano pasado estuvieron unos días en Alicante y se acercaron hasta KENIA para conocer el puerto, precioso, por cierto.

Y yo me pregunto, ¿en el puerto de Kenia se podrá pescar pollo? ¡Quién sabe, igual sí!





2 comentarios:

  1. Me ha encantado LO de KENIA... jajajaja... Qué triste, cuando queremos aparentar más de lo que somos.

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  2. Así somos, es como el chiste de "las mujeres de", tal vez un día lo cuente. ¡Gracias por leerme!

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