miércoles, 18 de enero de 2017

¿Quién no ha hecho tonterías por amor?

Estaba escuchando a Sergio Dalma, no es de mis favoritos (y confieso que está bastante lejos de serlo) pero parece que últimamente no me disgusta su música. Y sin más, me ha venido a la mente mi primer novio, Darío.

Yo tenía cinco años, él cuatro. Hay chicos que las prefieren maduritas, debía ser uno de ellos. ¡Qué bien me trataba! Me atrevo incluso a decir que ha sido el que más me ha querido. El romance duró sólo un año, luego yo pasé a EGB y la inmadurez de un preescolar no debía llenarme del todo. Nunca lo superó, llegó a matricularse en el conservatorio, 4 años más tarde, para coincidir en clase de violín conmigo. Así somos las mujeres, idiotas, rechazando lo mejor para quedarnos con lo peor. Incluso, para quedarnos solas.

Vosotros, al igual que Darío matriculándose en el conservatorio, ¿habéis hecho alguna tontería por amor? Yo, infinitas. A ver si recuerdo alguna.

- Ir a clase de palmas. Sabéis lo que es un palmero, ¿verdad? Es la persona que da las palmas acompañando a los bailarines y a los cantaores flamencos, en sus espectáculos.  El padre de mi amado (y digo mi, porque yo no era su) tenía un tablao flamenco, y ya sabéis que "allá donde fueres haz lo que vieres" si todo el mundo daba palmas, no iba a ser yo menos. Tendría que aprender, pues a clases que me fui.

- Ofrecerme voluntaria para cortarme el flequillo, y el resultado sea, en vez de el estilo Cleopatra, más bien el estilo visera de Garbiñe Muguruza cuando juega al tenis. ¿Por qué? Porque me mojé el pelo, lo estiré bien estirado sobre mi frente, coloqué mis dedos (de niña de 12 años) donde me pareció bien, y el niño que me tenía loquita y quería ser peluquero cortó por encima de la marca. Cuando aquello secó, tomó vida propia y decidió ir bien orgulloso todo tieso para arriba.

- ¿Habéis visto "Los Tomates Asesinos"? Yo sí, en versión original, subtitulada, con la sala a rebosar (debíamos ser muchos los tontos/as enamorados/as en esa época) y sentada en el suelo porque no había butacas libres. ¡Eso sí, el de turno estaba allí conmigo! probablemente pensando en otra, pero allí conmigo. Y lo peor, luego formé parte de una mesa redonda sobre el film en cuestión.

- Ir a pescar, bueno, más bien ir a hacer el panoli ofreciéndome voluntaria para colocar el cebo en el anzuelo, cuando el gusano me parece uno de los animales más repulsivos que existen. Con éste, aún mantengo contacto (con el chico, no con el gusano, entiéndase) siempre me lo recuerda, no le hablaré de la existencia de este blog.

Y mil tonterías más que os aburrirían. Ahora, una cosa os digo, si alguna vez me invitáis a comer y lográis que coma lombarda, estad seguros de que en ese momento os estoy jurando amor eterno, y que no habrá nadie en el mundo que os pueda querer más que yo, porque si hago eso por alguien es que me habré vuelto loca de amor.


2 comentarios: