domingo, 19 de febrero de 2017

No vayáis al fútbol con tacones

¿A vosotros os gusta el fútbol? a mí sí, casi tanto como leer y un poquito más que las motos. Fijaos si me gustará, que mis equipos son el Valencia y la Deportiva Ponferradina, (de esta última, soy socia desde hace unos cuantos años) y sigo fiel a ellos a pesar de lo que me hacen sufrir, que últimamente es mucho, por cierto. Pero no vamos a hablar de fútbol, no. Os voy a relatar el motivo por el que a mi amiga Loly (con "y" que si no se enfada) y a mí, nos ha dado un ataque de risa cuando nos estaban cacheando para entrar al campo de fútbol, y tampoco es que tengamos cosquillas, bueno, sí, pero no. Aunque antes, quiero aclarar que la protagonista de la historia está en su sano juicio, que no tiene ningún  trastorno mental, porque la conozco.

Primero he pasado yo, hasta ahí todo bien, y cuando esperaba por mi amiga, pues la estaban cacheando a ella, me ha dado por mirar a la señora que tenía a mi lado. El día que al karma le de por devolvérmelas todas juntas, me va a faltar vida para que se rian de mí, porque ni corta ni perezosa me ha salido del alma un "Mira Loly, jajajajajajajaja", y es que la pobre mujer ¡¡¡llevaba un zapato de cada modelo!!! Pero lo curioso del tema, es que uno era de cuña, y el otro de tacón y con cordones. ¡Como no me iba a reir, lo raro es que no la señalara inconscientemente, también! Si mi risa es de todo menos discreta, la de Loly no se queda atrás. Para acallar a mi conciencia, el diablillo que vive sobre mi hombro izquierdo me ha dicho que la señora ni se enteró del motivo de nuestras risas. Al angelillo que vive sobre mi hombro derecho, lo tengo bastante cabreado hoy.

Y ahora, que os escribo, yo me pregunto:

- ¿Cómo es posible que salgas de tu casa con un zapato de cada modelo? Porque todas nos hemos probado varios zapatos para comprabar con cuál estamos más monas, pero una vez que nos decantamos por uno, el otro nos lo quitamos, ¿o no?

- ¿Cómo es posible que no te des cuenta de que en un zapato te atas unos cordones que en el otro no existen? ¿Se ataría la bufanda, al cuello, en ese momento y su cerebro le haría creer que se había atado dos zapatos?

-Y, finalmente, ¿cómo es posible que camines bien si en un lado tienes tacón y en el otro cuña? Porque teníais que verla caminar jajajajajajaja... ¡que Dios me perdone pero es que no puedo! Jajajajaja... la visualizo y es superior a mis fuerzas contener las carcajadas jajajajajajaja...

Así que, os voy a dar un consejo para quien lo quiera tomar. Nunca os probéis dos zapatos diferentes a la vez (y si lo hacéis, al menos, tened a mano un bolso que combine con alguno de ellos), porque a lo mejor en ese momento se os cierra la puerta de casa, os quedáis sin llaves, tenéis que ir al campo de fútbol a buscar a vuestra pareja para poder entrar en el hogar con sus llaves y, lo peor, os cruzáis con una bruja como yo que se va a estar riendo de vosotros durante varias semanas. (Tuvo que ocurrir algo así, porque otra explicación no le encuentro)


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